Antes que nada sepan que, aunque no entiendan un pomo de lo escrito a continuación, la idea es que usen la data para sorprender a la muchacha a la cual quierenendulzar. El objetivo es que crean que son personas interesantes, ¿capishe?
El vino elegido para acompañar el bendito cerdo del plato principal es un Torrontés.
Se trata de una cepa blanca de origen dudoso (no porque lo vendan piratas del asfalto sino porque se desconoce su origen), aunque comentan las borrachas lenguas que sus inicios fueron en el mediterráneo. Argentina es el único país que la produce y junto con el Malbec constituyen un emblema de nuestra producción vitivinícola.
Este vino posee una intensidad aromática muy particular (olor raro pero que está bueno). En ella resaltan el aroma del damasco y de flores como el jazmín y la orquídea salvaje de Amazonas (esto no se compra en una verdulería o florería, vayan al super).
Una de sus virtudes es la combinación de un espíritu voluptuoso, de gusto envolvente y agradable frescura (como una gorda recién bañada), con un final de boca profundo y prolongado (no aclaro más porque da para cualquier cosa, usen la imaginación).
Este semental de la vid mantiene un equilibrio entre la acides y la parte frutal, pero su bouquet (se dice buqué, no queden como asnos) lo define como un vino dulce.
Aclaración para los ignorantes por si no entendieron las refinadas frases escritas anteriormente:
Este vino tiene gusto dulce pero no empalaga, baja re bien y después de la tercera copa va a ser lo mismo un torrontés que el agua de la zanja. Los que no entendieron esto tampoco, A JODERRRRRRRRRSE.
Así es el refinado arte del chupi.
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